Cómo empecé como papá desarrollador de apps
La curiosidad y el entusiasmo de mis hijas siempre han sido una fuente de inspiración para mí. Recientemente, mi hija mayor desarrolló un nuevo interés por el ajedrez, y a mi me gusta fomentar ese interés. Algugas veces jugamos partidas, y ella está en la emocionante etapa de aprendizaje. Otro de sus intereses, como el de muchos niños de hoy en día, es jugar con su tablet.
Un día, durante una comida, mi hija comentó casualmente: “Ojalá tuviera una app propia”. Esa simple frase fue la chispa que encendió una idea en mí: ¿por qué no hacerle una app para que pudiéramos jugar ajedrez juntos?
Realmente no soy un desarrollador de Android, pero desempolvé algunas de mis viejas habilidades y me puse manos a la obra. Después de un par de días de trabajo, el resultado fue lo que llamé “KeyChess”, una app de ajedrez para dos jugadores o contra el computador. Me sentí satisfecho con el diseño y tenía la esperanza de que a mi hija también le gustara.
Sin embargo, al terminar casi por completo la app, me di cuenta de algo importante: tengo dos hijas, y no quería que mi hija menor se sintiera excluida. Así que… nuevamente, me puse manos a la obra. Después de otro par de días de trabajo, logré lo que llamé “CeleMusic”, una app de música (royalty-free) donde puedes tocar música y guardarla en tu dispositivo, algo similar a un Spotify de juguete.
Así, buscando tener un detalle especial con mis hijas, me convertí en un papá desarrollador de apps. La experiencia no solo fortaleció nuestro vínculo, sino que también me permitió redescubrir una pasión por la programación de aplicaciones. Espero que mis hijas disfruten de las apps tanto como yo disfruté creándolas para ellas.
